martes, 7 de enero de 2014

Cuando para subir hay que bajar

Cuando, para subir, hay que bajar. Presentación del blog: Sistema Económico Mundial 2014.


       Cuando, para subir, hay que bajar.
Presentación del blog: Sistema Económico Mundial 2014. 
La mentalidad dominante nos invita a obtener resultados sin excesivo esfuerzo; en particular  queremos recibir educación y formación con la mínima entrega. Sin embargo la experiencia milenaria de la cultura nos enseña que para recibir mucho, hay que estar dispuesto a dar mucho; para formarse bien, hay que trabajar y dedicar tiempo, desbrozando textos y enfrentándose de un modo personal a la materia propuesta. Este es el quehacer académico e intelectual. Por ello para subir en el conocimiento hay que estar dispuesto a bajar al ruedo de trabajo y la dedicación.
En efecto para subir en la asignatura de Sistema Económico Mundial, hay que bajar a textos de pensadores, husmear periódicos, atreverse a  hacer juicios desde la ingenua ignorancia. Quizás la palabra clave sea gratuidad. No todo en el camino de la formación es medible y cuantificable en tiempos, métodos y resultados.  La gratuidad como actitud básica para el estudio es imprescindible: darse al estudio más allá de lo inmediatamente útil. Estudiar para aprobar es la misma mediocridad que estudiar para sacar nota.
El camino recorrido en esta asignatura puede ser un ejemplo de esta tesis educativa que acabo de proponer. Un amplio espacio de aprendizaje (el sistema económico mundial), unos instrumentos (textos de estudio, un blog, medios de comunicación, etc.) y unas orientaciones (las instrucciones del profesor) me han permitido subir esta montaña del saber, bajando a lo concreto y haciendo tareas que quizá no tengan utilidad inmediata o no estén bien hechas, todo lo cual entra en lo que llamo gratuidad.
La primera tarea ha sido “enfrentarme” al bloque del texto de Paul M. Sweezy (Teoría del Desarrollo Capitalista. Fondo de Cultura Económica. México. 1964). Digo “enfrentarme” porque el primer acercamiento fue “agresivo”: un texto  escrito en  los años cuarenta, en edición de los sesenta y con un aspecto no agradable (me refiero al libro que saqué de la biblioteca que estaba mal cuidado, con varios subrayados distintos, etc.). Al final me rendí ante la evidencia y tengo que decir que es un manual verdaderamente claro de política económica marxista, cuyo autor ha hecho el esfuerzo pedagógico de hacernos asequible la enseñanza no siempre fácil de Marx y su escuela.  Los resúmenes que aporto en el blog me parece que contienen lo esencial de los capítulos propuestos de Sweezy sin perder el hilo conductor que recorren.  En cuanto a los comentarios, he de confesar que no me he sentido tan seguro como al hacer los resúmenes, pues noto una verdadera falta de conocimientos, criterios y recursos de la ciencia económica.  Ha sido el espíritu de gratuidad el que me ha sostenido y lanzado a atreverme a hacerlos. Mis antiguos, casi olvidados, estudios de filosofía han venido en mi socorro.
El segundo bloque de trabajo han sido las noticias.  En total ocho noticias, detrás de las cuales ha habido una gratuidad en el rastreo, selección y comentarios. Para llegar a ocho, muchas otras han quedado en el camino, desechadas en favor de la variedad temática y geográfica,  desechadas por no acabar de entenderlas bien o desechadas también por no ser capaz de superar el muro de realizar un cometario coherente.  En este arduo empeño he podido contar con la ayuda inestimable de mi amigo Rafael, alumno de 2º del Grado de Finanzas de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, que con sus veintiún años ha tenido la paciencia y generosidad de ayudar a alguien que en edad podría ser su padre y en conocimientos su alumno.
Las ocho noticias, publicadas  y escogidas a los largo de estos meses de asignatura, cubren un amplio abanico geográfico (UE, Estados Unidos, China, Portugal, Uruguay, Alemania, España, etc.) y temático (medidas y ayudas a la banca, política  monetaria, modos de afrontar la crisis, tasa de exportaciones, recuperación económica, política económica, decisiones y juego político, balanza comercial, etc.).  Sin duda que hay un trasfondo político en cada una de ellas y en lo posible he tratado de hacer un eco de ello en los comentarios.
Finalmente el tercer bloque de corresponde al Ensayo sobre la Crisis, que he titulado De la crisis financiera al impacto social. Un alegato en defensa de personas. Es quizá donde más he tenido que ejercer la gratuidad: un sinfín de bibliografía y una maraña de temas, relaciones, niveles de estudio, ideologías, etc. Al final hay que escoger y determinarse por un camino. Me falta formación para decir que haya sido el mejor, pero sí puedo afirmar que es el que dentro de mis límites me ha permitido aprender y disfrutar aprendiendo. La bibliografía es casi infinita, también la paja en el otro que impide ver la viga en lo propio, pero me parece que el resultado ha sido bueno: un ensayo con tesis particulares, con información suficiente y con una síntesis ilustrativa de aspectos complejos.  Ciertamente he tenido que beber de fuentes, que no estoy seguro que hayan sido las más apropiadas.  La naturaleza de un trabajo estudiantil, la acotada existencia de una asignatura cuatrimestral y el límite de tiempo en alguien que no tiene dedicación plena a la carrera, no dan juego para hacer mucho más.  Independientemente del juicio que sobrevenga en la nota de la asignatura, personalmente me doy por satisfecho: para subir, he tenido que bajar.
Para acercarse al blog, en el orden práctico sugiero que el criterio sean las categorías. Y propongo este orden: la presentación, el texto de Sweezy, las noticias y para terminar el ensayo sobre la crisis, que esta desglosado en varios apartados para que se pueda seguir con facilidad. He de decir que no ha sido fácil aprender a manejar el blog, una aventura para alguien no muy familiarizado con las nuevas tecnologías, que ha requerido tiempo y consultas. Sinceramente no he sido capaz de hacer técnicamente un blog mejor.
Me queda un tema pendiente, ya comentado en la conclusión del ensayo sobre la crisis. ¿Cómo combatir el espíritu del capitalismo? Es el espíritu que Falguera i Baró llama “el fetichismo de los bienes”[1] y cuya raíz anida en el corazón del hombre. Es un espíritu invasor, apaga la luz del sol y absorbe la misma luna, como muestra el cuadro de William Congdon[2] que preside la cabecera del blog. Es probable que sólo el noble espíritu de pobreza nos pueda sanar. Era el espíritu idealista que lubricaba la cuidad armoniosa sobre la que escribió el socialista Charles Peguy, de quién hemos tomado el lema del blog. ¿Tendrá razón nuestro querido  Georges Bernanós cuando afirmaba que, como nuestro mundo moderno ha maldecido la pobreza como virtud, ahora estamos sufriendo las neurosis de nuestros egoísmos? Sí, es verdad: porque para subir, hay que bajar.
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[1]Falguera i Baró, Miguel Ángel (2009), A un año de Leham Brothers (o la estupefacción del jurista ante la crisis), La Factoría, septiembre-octubre 2009, nº 42, pág.3.
[2] “Black city on gold river”, 1949. William Congdon.

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