La clase del miércoles 6 de noviembre fue iniciada con la presentación del programa llamado “Libros para compartir”. Cada alumno ha de leer un libro y realizar una síntesis de él y podrá exponer en clase lo más importante para tratar de animar al resto de alumnos a que sigan sus pasos y, del mismo modo, lean el libro. El profesor ha creado una lista de libros divididos en temas que pueden servir como recomendación para todos aquellos que no sepan muy bien qué leer.
Un sub-género -si se puede llamar así- que es interesante especialmente para alumnos de ciencias políticas es el de las novelas distópicas. La presentación por el autor de sociedades ficticias llevadas al extremo en busca de una supuesta perfección en fines aparentemente humanos obteniendo todo lo contrario, sociedades completamente deshumanizadas donde el individuo está totalmente cosificado y ha perdido su razón de ser. El interés de estas obras reside en que no son ajenas al presente, sino que parten de la exageración de tendencias que existen en las sociedades actuales. En esta parcela se pueden incluir novelas como 1984 -presente en la lista anteriormente mencionada-,Fahrenheit 451 Un mundo feliz.

Imagen1984, escrita por George Orwell, parte de un régimen totalitario que controla hasta el último detalle de la vida de sus ciudadanos y reprime toda actitud y acción que se aleje de la dirección de éste. El Estado aliena a los individuos y les impide cualquier tipo de libertad.
La pieza clave del sistema es el control del pensamiento, la manipulación continua para evitar la disidencia por la cual la propaganda es básica para crear un sentimiento de identificación total entre individuo y régimen. La realidad es falseada, todo está programado para seguir una línea coherente y crear la sensación de que los avances son continuos, cada vez el bienestar es mayor y la victoria ante los enemigos es inminente. El régimen, además, es también legitimado por esta supuesta protección que ofrece ante los enemigos exteriores e interiores de los cuales hay que defenderse y solo el Estado, en las condiciones actuales, puede hacerlo.
El protagonista del libro es consciente de todo ello e intenta combatirlo.

ImagenFahrenheit 451, es una novela de Ray Bradbury, autor de otra gran obra comoCrónicas Marcianas y que falleció recientemente. Al contrario que en 1984, no se está ante una sociedad dominada por un gobierno autoritario, pero sí ambas tienen como punto común la pérdida del individuo de toda autonomía de pensamiento.
En esta sociedad los bomberos tienen un papel central, pero su función no es apagar incendios sino provocarlos quemando libros. Los libros son representados como símbolos de reflexión y esto lleva a la infelicidad. El objetivo en este sistema es ser feliz y la forma de obtenerla es estar continuamente pegados ante televisiones interactivas que ofrecen lo que el espectador quiere ver, sin exigirle a cambio ningún tipo de contrapartida. Al mismo tiempo, elimina las relaciones sociales, evitando los problemas que puedan surgir de éstas para facilitar la vida del individuo el cual es provisto de sus necesidades más básicas.
Montag, personaje central, es un bombero que se cuestiona la idoneidad del sistema.

ImagenUn mundo feliz, escrita por Aldous Huxley en 1932, es una obra anterior en el tiempo a 1984 y Fahrenheit 451, pero describe una sociedad más futurista y evolucionada en el dominio de la técnica que las anteriores.
Aquí todo está programado, desde los nacimientos preparados en laboratorios hasta la producción. Los individuos son clasificados en una especie de castas determinadas por las propiedades por las cuales han sido creados científicamente y, de acuerdo con ello, ocupan una función en la sociedad donde son totalmente felices. Esta felicidad es el fin último y está por encima de todo y, al igual que en Fahrenheit 451, el individuo está alejado de la reflexión y los problemas sociales y, si no pueden evitar caer en ello, poseen de una droga especial que les restaura ante una condición de felicidad. La crítica al consumismo está también presente como elemento necesario para la propia supervivencia del sistema.
El protagonista de la novela es Bernard Marx, miembro de la clase más alta y mejor pero que fue fabricado con ciertos fallos en su fabricación y que no acepta plenamente el sistema. Irá de viaje a una sociedad primitiva donde recogerá a un joven llamado John al que traerá a esta civilización supuestamente perfecta.

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