Volver

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Dentro de poco tiempo estaré otra vez en Madrid para terminar mi último mes de Erasmus.

No sé definir lo que realmente siento, una mezcolanza de sensaciones, sentimientos, estados de ánimo y todavía no consigo entender si son negativos, positivos o ambos.

Vuelvo en el período en el que empiezan los exámenes y esto, en parte, me procupa porque tengo miedo de no poder disfrutar con este último mes para "vivir" la ciudad y las personas que he encontrado en este viaje. Esta experiencia me ha permitido ponerme en juego, enfrentar pequeñas dificultedes que me han hecho crecer y sobre todo mejorar, me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas de otros países y sus culturas. 

Puedo seguramente decir que en primer lugar, lo que merece de este viaje es el aspecto humano, el conocimiento de nuevos sitios, de nuevas personas y de un nuevo idioma. Si me fijo en los meses pasados, me ocurren algunas palabras que pueden describirles: novedad, aventura, cambio, independencia, apertura de mente pero también miedo, nostalgia, arrepentimientos, amargura porque me asusta la idea de no haber vivido todo hasta el final por mi defecto de mirar constantemente a lo que debré hacer en el futuro, corriendo el peligro de no gozar del presente. Espero pasar este último mes en la mejor manera posible para poner esta experiencia aún más especial.