martes, 7 de enero de 2014

La Gente de la Calle

LA GENTE DE LA CALLE

Después de ver como el mundo no se destruía bajo nuestros pies allá terminado el 2012, me puse a pensar sobre todas aquellas charlas de los “freakys”  de las playas de Benirrás o de las Alpujarras, que se preparaban para el cambio de era, la Era de Acuario, donde ocurriría un cambio de mente asociado a momentos de prosperidad y paz, en fin, ni la paz ni la prosperidad se han desarrollado en el 2013.













Intentando evitar el cinismo y pensando que personalmente ha sido un año muy próspero (será que soy acuario y el resto de España no), el 2013 según una amiga cántabra “Me ha dado el impulso que necesitaba para mejorar mi inglés, coger a mi niño y largarme a un país nórdico, propósito que me pongo para el 2014”.


Me gustaría empezar hablando de un sentimiento que se ha ido alimentando a lo largo del 2013, a parte de las ganas de cambiar de escenario, está ese momento de sobremesa que se ha convertido en un atraganto, ya el 2011 y el 2012 nos venían trayendo unos telediarios jugosos, pero es que ahora da igual a la casa que vayas que siempre verás a alguien increpando al televisor, y sí, nos hemos convertido en abuelos refunfuñones: ¡Cómo está el mundo, como está el mundo!

Resulta que no nos brindan ni tiempo para cambiar al sentimiento de resignación, ¡se nos han adelantado!, y mira que estábamos en bucle directo… pero ya antes de finalizar el 2013 nos anunciaban la Ley de seguridad ciudadana (si es que estamos protestando mucho y al final van a tener que rodear el congreso con vallas con las concertinas que ya utilizan con los marroquíes) y también aprueban la reforma de la Ley del aborto. Teniendo en cuenta la gravedad de la primera ley comentada, con la que por cierto, la prensa internacional se ha puesto las botas, necesito centrarme en la reforma de la Ley del aborto. 
Está segunda Ley es de lo más vergonzoso que se ha podido aplicar desde la moral más putrefacta de la iglesia en política en los últimos años, es un atrevimiento por parte de los que ostentan el poder de injerencia en un estado laico y de degradación de la autonomía de la mujer sobre la propiedad de su cuerpo. Es una medida muy polémica que no deberíamos de estar discutiendo, es un trampantojo, que durará lo que dure este gobierno, esto le habrá reportado apoyo popular en las escisiones más conservadoras de los pro-vida (¿Los demás somos pro-muerte?/¿Quién les dio el monopolio de levantar el estandarte de la vida?), pero así seguimos en un toma y daca que poco tiene que ver con el progreso en las libertades y la igualdad. Nuestro convecino Gallardón está teniendo una legislatura movidita, ya nos sorprendía a finales del 2012 con el tasazo judicial pero es que está dura reforma de la ley del aborto supondrá la criminalización de la independencia de la mujer, a salvedad de tres supuestos: violación y peligro de la integridad física o psicológica de la madre.

Este año, ha sido el año de las mareas, de las protestas ciudadanas que ya se venían produciendo con frecuencia desde el comienzo de la crisis, pero que ha ido in crescendo al igual que la represión policial con el recorte de los derechos sociales y libertades, la privatización de la sanidad, la reforma de Wert en educación, los desahucios y un largo etc.

Y yo le pregunto a esos hinchas del PP y también del PSOE, pero en este caso del Partido Popular, porque nunca lo entenderé, ese apoyo incondicional a un partido, haga lo que haga, ¿Pues si no ves que esto a ti tampoco te interesa? No es futbol, no hay que ir con el que gana, la copa se la van a quedar ellos. 

José Luis Carrasco escribía en su blog ayer sobre porqué nos conformamos, ¿Por qué obedecemos? Yo me pregunto,  ¿Por qué dividir nuestros intereses en ideologías políticas, cuando nos unen más cosas que las que nos separan? ¿Por qué reelegir a tu grupo político si estas descontento con la situación generada por el mismo? ¿Por qué afiliarte en un partido político sino sumas en este (las estructuras de partido)?

Hay situaciones incomprensibles, donde se reeligen sistemáticamente a los mismos grupos políticos, os hablaré de mi pueblo, Villanueva del Pardillo, donde hay un régimen pepero desde los primeros años de los´90 (La primera vez que fue elegido el albañil del PP, mi padre se presentaba por el CDS, finalmente el CDS y el PSOE perdieron por una veintena de votos). Nuestro excelentísimo alcalde Juan González Miramón en sus 23 años de mandato, nos ha regalado innumerables corrillos de cotilleo, sin llegar nunca a ser juzgado, nuestro alcalde ha sido protagonista de innumerables noticias (EL PAIS, Interviú, etc). En el pueblo son bien sabidos los métodos del alcalde, conocido por “poner el cazo”, por sus pelotazos urbanísticos y su poco respeto por el medio ambiente. También gracias a Don Juan hemos sido participes de records a nivel nacional, tales como los impuestos más altos o el sueldo más alto de un alcalde (esto ya no es así).

El alcalde de las parcelas” cede terrenos a antojo, de tal manera que algunas situaciones son escandalosas, así como los colegios privados se encuentras en el centro del pueblo, el único instituto público se haya en las afueras, teniendo los chavales que coger un autobús.

Un tema que me enerva especialmente, es el de los consejeros (a los cuales conozco de toda la vida) que han disfrutado hasta hace bien poco de sueldos infladísimos y que realmente, conociéndolos, no tenían nada que aconsejar. La reciente desaparecida teniente alcalde de nuestro pueblo hasta hace bien poco, era la hermana del exministro Michavila, Carmen Michavila Nuñez, pues bien esta mujer consiguió gracias a su voto que Villanueva del Pardillo contratara los servicios permanentes del bufete de abogados de su hermano.  Entre los contratos que consiguió el bufete Eius, están los de los ayuntamientos de Pozuelo de Alarcón y de Boadilla del Monte, cuando estos municipios estaban gobernados por los alcaldes ahora imputados por el caso Gürtel. Con esto inmediatamente expuesto te digo todo y no te digo nada.

Y aquí retomo el tema, ¿Por qué repetir nuestros propios errores? Si dejamos que nos ninguneen a nivel local, donde somos conscientes de casi todo lo que pasa (sobre todo en pequeños municipios) ¿Cómo no lo van a hacer a niveles más amplios? Si no exponemos un claro control sobre nuestros dirigentes y los botamos de sus cargos, ¿Cómo vamos a progresar y a protestar? Si nos pueden hechar en cara que son representantes electos por el pueblo, no les demos ese privilegio en el "juego democrático".


Este año mi pueblo también se ha puesto en marcha con sendas iniciativas desde la asociación de vecinos, se han vivido protestas pero las más apoyadas han sido por temas irrelevantes y es que nos pueden robar pero que no me quiten las fiestas patronales (Este año no hubo toros porque no había dinero, aun siendo estos donados por San Román, una constructora que también tiene lo suyo. Por lo menos para algo ha servido la crisis).

Quedan dos años para las elecciones generales  y uno para las municipales (este año son las del parlamento europeo) y mi propuesta para el 2014 es continuar con mi campaña a los “canis” de los parques y de los aparcamientos de mi pueblo, y con esto quiero decir, que hablar es el mejor bálsamo y te das cuenta de que la gente está abierta a ello y te dan gratas sorpresas, pero que además criticar sin un diálogo, sin una alternativa, no te va a llevar a ningún sitio más que al cinismo más pesimista de un abuelo refunfuñón.


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