sábado, 15 de febrero de 2014

Sweezy y el capitalismo

Sweezy y el capitalismo

Me faltaba por hablar de lo que aprendimos sobre Sweezy pero el retraso en esto me permite hacer una síntesis de todo lo que discutimos sobre el manual, completándolo por lecturas del libro directamente.

En una primera sesión (27.11) hablamos del valor y distinguimos entre el valor de producción y el valor del mercado. Nos dimos cuenta que apareció en los anos 20-30 una competencia entre los productores para sobrevivir. Las repercusiones fueron nuevas formas organizativas y entonces nuevas formas de explotación. Así nació el marketing, que sólo tiene sentido en caso de monopolio. Así se creó la marca. Cogimos el ejemplo de un bolso para darnos cuenta de que según sea de marca o no, su precio puede variar considerablemente. El sistema de precios llegó entonces a alejarse del sistema de valores. Es más, el precio oculta el valor y vuelve a ser un componente subjetivo que se aleja del valor de cambio que reflejaba las horas de trabajo, el valor intrínseco de un objeto.

Luego pasamos a hablar de la acumulación de capital, que también tratamos en la segunda sesión. Sweezy explica que Marx propone un modelo para el sistema industrial en que lo único que importa es la cantidad. Va a sustituir la calidad con el propósito de que haya más productos al final que al inicio. Este esquema contiene un problema que tratamos más adelante igualmente, y que es el crecimiento indefinido que presupone. 

Asimismo en la clase después de las Navidades hablamos de la reproducción simple, sobre todo en cuanto al capital. Vimos que el capital acumulado sirve ante todo para ser “reinvertido”. Así piensan los capitalistas que podrán seguir aumentándolo. Ahora bien, como ya dijimos esto supone un proceso infinito. Este fenómeno está explicado en el capítulo 14, en que destaca que existe un doble proceso de acumulación/concentración de capital por los individuos. Esta centralización tiene consecuencias como “la aceleración de la transformación técnica y la sustitución progresiva de fuerte competencia por un monopolio”. Se da un paso directo hacia el control social y para reforzarlo se limitan o anulan las libertades de acción con, por ejemplo trusts, cárteles o fusiones.

Todo este proceso nos lleva a plantear la cuestión de la crisis. Es condenado el capitalismo a su desmantelamiento? Ya que necesita un crecimiento permanente para “sobrevivir”, podemos pensar que conlleva contradicciones y que requiere casi de forma obligatoria un uso arbitrario de los poderes o que resulta poco compatible con la democracia. Estas implicaciones sociales y políticas nos sirven para concluir resaltando lo que se debatió en el aula en cuanto a alternativas en la forma organizativa. Por ejemplo la democracia participativa podría ser una solución además fuertemente vínculada al problema de concentración tanto de los poderes como de capital.

Valentine Zenker

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