martes, 17 de diciembre de 2013

Capitalismo hoy en día

     Después de siglos, cambios, generaciones, países, sociedades... el capitalismo, hoy en día es la forma de organización y producción económica hegemónica para la mayoría de la/s sociedad/es. Aunque los mecanismos, las formas y los medios de las sociedades y del propio capitalismo cambien, es importante señalar que los pilares fundamentales de esta forma de organización económica se mantienen y llevan intrínseca la misma lógica que en otros momentos históricos y otros contextos sociales, siempre, por supuesto, entendiendo las distintas formas y herramientas que se llegan a utilizar en los diferentes espacios económicos.

     Debatiendo en clase de Economía, nos hacíamos la pregunta; ¿es el capitalismo de hoy en día igual al de hace dos, tres, cinco generaciones? ¿Qué mecanismos, que cambios estructurales, qué lógicas permiten mantener el capitalismo como única forma de organización económica en tantos contextos y durante tanto tiempo?. Sobreproducción, plusvalía, dependencia... eran términos que entendíamos como "históricos" del capitalismo, es decir, los cimientos de este sistema. La explotación, los monopolios, la pobreza... son consecuencias lógicas de este sistema, y entendemos que, aunque son cambiantes y se pueden manifestar de diferentes formas y en diferentes contextos y lugares, cierto es que el diagnóstico siempre es que existen, y como tal podemos decir que son condiciones estructurales del capitalismo. 

     Mi aportación a este análisis grupal, en gran medida fue destinado a una idea, una idea que entiendo fundamental para comprender por qué el capitalismo puede sobrevivir y adaptarse de tal forma a diferentes lugares, contextos sociales y momentos históricos: el capitalismo tiene la capacidad de expansión hacia todos los ámbitos de producción social y cultural humana, convirtiendo esta producción primariamente "social" en una "mercancía".  Entiendo que esto es la causa por la que siempre se abren nuevos espacios de producción mercantil y se permite al sistema económico expandir su lógica hacia nuevos "espacios" sobre los cuales hibrida, introduce nuevos mecanismos, cambia sus herramientas, pero siempre manteniendo sus pilares fundamentales (la sobreproducción, la obtención de una plusvalía, genera monopolios sobre este nuevo espacio de producción...). El arte, la ciencia, el sexo y las relaciones amorosas, el deporte... son espacios de producción social y cultural que el sistema económico ha ido "conquistando" a través de su lógica de producción de mercancías, una lógica que arrasa y desmoraliza cualquier forma y sentido que puedan llegar a tener estos productos puramente humanos que son "filtrados" por el beneficio, y pocas veces su capacidad de dar beneficio a aquel sector capitalista (minoritario en toda sociedad y lugar del planeta) puede estar basado en un sentido humanístico y moral. 


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