lunes, 30 de diciembre de 2013

Crisis Personal

Crisis Personal



Se que en principio este debe ser un blog de economía, pero no he encontrado ninguna noticia que me parezca lo suficientemente interesante, no por falta de noticias, más bien por falta de ganas e interés.
Y está pereza, la cual hoy no me ha dejado ni levantarme de la cama para ir a clase, está empezando a preocuparme. Sólo tengo 19 años y me pregunto, siendo tan joven ¿Qué me puede preocupar tanto?

Me preocupan los temas triviales que supongo nos preocupan a todos los adolescentes, familia, notas, amigos, qué me pongo hoy, etc. Cosas que a primera vista parecen ridiculas. Pero, si profundizamos un poco más, podemos encontrar muchas más cosas, entra las que creo que se encuentra la razón del malestar generalizado que siento. Estoy preocupada ¿por qué? Porque tengo miedo ¿de qué? De la soledad, de quedarme sola y no encontrar a nadie que consiga aguantarme. A muy poca gente he querido de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia de lo poco que nos podemos fiar de las apariencias de bondad o del carácter de las personas.

Creo que para mí el peor tipo de tristeza es aquella que puedes sentir físicamente a través de tus venas con cada bombeo de sangre. Cuando cada latido de tu corazón significa una nueva ola de tristeza, otra ola de soledad y otra larga y dolorosa ola de ¿por qué a mi? Cuando sientes como la tristeza crea un túnel dentro y a través de tus huesos y hace que se te ericen los pelos de la nuca.
Y me enfado, igual que una niña pequeña (lo que sigo siendo), porque no es justo, me comparo con mis amigos, con la gente que me rodea, incluso con desconocidos y sigo pensando que no es justo.  Pero si recapacito, ¿Es justo para ellos tenerme a mi? Tampoco lo es, no parece que valga para mucho así que me quejo pero a lo mejor no soy digna de lo que exijo.

Profundizo un poco más, pensando que no voy a encontrar ningún argumento que soporte mi pesadumbre pero tristemente encuentro no uno, no dos, sino bastantes argumentes que me hacen sentir esta soledad, este miedo. Lo primero que se me viene a la cabeza es: la familia. Son aquellos que te deben querer incondicionalmente, tus padres, son los que velan por tu felicidad y los que darían la vida por ti, ¿No? Eso es lo que nos enseñan cuando nos hablan de familia. En mi caso, he aprendido que no es así. No por ser hijo de alguien automáticamente te ganas su cariño, no por ser hermana de alguien, vas a ser siempre bien recibida a la hora de contar tus problemas. Ni si quiera se me ha dado la oportunidad de saber que puede significar recibir este tipo de apoyo.

A pesar de no tener este soporte, se puede seguir adelante. La vida se trata de crear tu propia familia a partir de amigos. ¿Amigos? Si, aquellas personas que te hacen reir, te cuidan y con las que te lo pasas bien. Aunque mi definición está un poco modificada e incluye adjetivos negativos. Dicen que, cuando estés en la cima, tus amigos sabrán quién eres. Y cuando estés abajo... tú sabrás quienes son ellos. ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que ninguno lo es realmente? Tengo mil anécdotas en las que puedo demostrar esto, pero ¿De que sirve? No soy una persona rencorosa, si alguien no quiere permanecer en mi vida que no lo haga. A pesar de arrastrarme, pedir perdón sin culpa y resumiendo, lamer culos, muchas veces no he conseguido mantener a amigos en mi vida. Entonces, soy yo el problema, ¿verdad? Todo indica que sí.

¿Qué hago? ¿Un cambio radical? ¿Un viaje sin destino ni fecha de regreso? No lo sé, supongo que no debo rendirme pero estoy agotada. He manejado efectivamente y durante tiempo prolongado la situación pero no se si puedo seguir así, sintiéndome así, cada día experimento una mayor tensión y ansiedad, lo cual me inhabilita aun mas para encontrar una solución. No digo que este deprimida, para nada, pero creo que no tengo más fuerza para confrontar la situación y mi estructura de enfrentamiento se está desintegrando hasta el punto de llorar sola en autobuses o metros. No por nada, simplemente viendo a la gente y las ganas que tienen de todo. Siempre me pregunto, ¿Será real o una fachada?

No puedo ser la única que tema la soledad, todos la experimentamos en distintos niveles, pero ¿Por qué me afecta tanto? Creo que he perdido la fe, no se si creo que mi vida vaya a mejorar, no se si creo que cada día es un día nuevo del cual puedo esperar cosas buenas, no creo que valgan la pena muchas cosas que antes si valian. Estoy perdiendo la esperanza, y por eso no duermo por las noches, por esto me cuesta levantarme de la cama, por esto me cuesta cada día más seguir adelante. Pero la ansiedad y el malestar no pueden estar presentes durante mucho tiempo, por lo que debo encontrar nuevas formas de ajuste, sean o no adecuadas.




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