jueves, 16 de enero de 2014

De Maestros y Grupos

DE MAESTROS Y GRUPOS

La eternidad se encuentra ahondando en el instante y la universalidad se alcanza en la propia circunstanciaasí empezaba la última reseña que el profesor nos refería, cuyo autor es el argentino Sábato. Leí El túnel con dieciocho años y creó que jamás se me olvidará la impresión, que incluso por un tiempo llegó a cautivarme, de comprobar cómo un pintor con tanto talento como Castel podía sumergirse en tal espiral de celos para terminar cincelando el cuerpo más hermoso que conoció como si en el acto del asesinato de María cupiese su mayor obra de arte. Contando todo esto con un estilo y una capacidad de expresión que indefectiblemente convierten a Sábato en uno de los grandes. Por eso no me extraña que se eligiese uno de sus poemas, con tan rotunda frase, para empezar la clase. La vida de Sábato corre paralela a la mía, solo nos separan la nadería de un océano y la relojería de un siglo. De ahí que me sienta identificado con su obra. Son los grandes prohombres los que, con suerte, dejan para la posteridad alguna expresión artística que los hagan eternos pero inevitablemente deben estar guiados por ese instante de chispa. La eternidad y el imposible acotamiento del tiempo, sublime. Empiezan así las clases para inspirarnos, para hacernos reflexionar y catapultarnos a dimensiones que las legañas (no me refiero al incómodo conglomerado matutino que nos visita en los ojos, más bien a las vendas que llevamos casi todo el tiempo) nos vedan.

El siguiente paso es poner nuestros conocimientos y experiencias en común. Éste apartado es más arduo. Los grupos se juntan y surgen las interactuación y las conclusiones que se infieren son de gran ayuda, para en la soledad de los clásicos, de esos maestros que retienen los momentos poder refrescar y retroalimentar posiciones haciéndonos decididamente un poco mejores. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario