lunes, 4 de noviembre de 2013

Agricultura y Democracia

     En la clase del anterior miércoles nos reunimos un grupo y nos hicimos una pregunta sobre los temas que habíamos tratado ese día: ¿puede ser la agricultura la base de una sociedad rica en cuanto a su cultura, la participación y la democracia?. Planteada de esta forma, es una pregunta muy abierta de la cual se puede escribir más de un libro si uno se plantea realizar una investigación antropológica de la participación y la cultura política. Yo, me remitiré a dar un breve y simple planteamiento de lo que conozco y he podido recopilar estos días. 

     El planteamiento que hicimos en clase trataba el tema desde un punto de vista ocidental dentro de un marco económico pre-capitalista y capitalista. Nos cuestionábamos si existen diferencias en cuanto a la tranquilidad del sistema agricultor, su estabilidad y pacifismo ante la beligerancia, radicalidad y confrontación de las sociedades no establecidas en un territorio de manera permanente, ganaderos o pueblos nómadas, ¿podemos establecer una dualidad de confrontación cultural entre los orígenes de la ganadería y/o caza y la agricultura?, ¿en cuál de los dos espacios se genera más innovación? 

     En primer lugar, intentaré hacer un esbozo de lo que antropológicamente han significado la agricultura o las primeras sociedades sedentarias frente a la caza de las primeras sociedades nómadas, ambas en un marco pre-capitalista donde el territorio se concibe de formas totalmente distintas por diferentes sociedades. La caza de los pueblos nómadas fue una de las primeras actividades humanas en la que fue fundamental la acción colectiva, que puede observarse también en muchos grupos y especies animales. Esta actividad debía poner en mutuo acuerdo bajo unas reglas y métodos de actuación a los componentes que la realizaban, y el producto que se obtenía podía ser destinado o para la comunidad en sí (igualdad social de estas primeras comunidades) o para la subsistencia de aquellos que la ejercían (en un principio esta no era la opción principal). Por lo tanto vemos que en esta actividad la acción colectiva podía aparecer y además de una manera igualitaria, por y para la comunidad. La agricultura es un modo de producción que surge más tarde en sociedades sedentarias que se ponen de mutuo acuerdo (de nuevo acción colectiva y consenso) para la extracción de un producto de la tierra de manera constante y en mayor o menor forma regular (que variaba en función de las cosechas o factores externos). Este modo de producción se caracteriza frente al otro en dos aspectos fundamentales: primero, en que el vínculo entre sociedad y territorio se hace más estrecho, ligando a los pueblos a un determinado territorio donde realizarán todas las facetas de su vida. Segundo, que la actividad de la caza tiene un componente de "violencia" asociado mucho más fuerte que el de la agricultura; la violencia que se desempeña en la caza jerarquiza a los participantes en función de sus capacidades, su valor y su fuerza, estableciendo las primeras clases entre personas. La agricultura en este aspecto es una forma mucho más igualitaria en la medida en que si se desempeña para la comunidad (sin haber aparecido aún la tierra como propiedad) el trabajo suele ser reconocido de igual forma para todos los participantes. En estas dos formas de producción básicas tenemos que señalar dos cosas de nuevo:
     
      1. Que ambas parten de un principio de acción colectiva y unas bases de participación e igualdad bastante semejantes, aún con sus diferencias (que tendrán importancia en la construcción de culturas más amplias y comúnes).

        2. Que ambas concepciones son pre-capitalistas, donde la propiedad privada aún no es un elemento de orden social y donde el territorio y lo que contiene este territorio (recursos naturales, fauna y flora) no se adscribe como propiedad, sino como "uso común". El uso común propicia la distribución del producto extraído a toda la sociedad. 

     La agricultura, por lo tanto, puede partir de una ligera ventaja en cuanto a los miembros de la comunidad a la hora de la igualdad en el trabajo y la producción, igualdad de acceso a una cultura común y a la participación en los mecanismos de poder de estas sociedades, pues también goza de estabilidad en un lugar donde el asentamiento juega un papel muy importante para la estabilidad social. La caza, aún siendo un modo de producción necesario y fundamental para estas primeras comunidades, genera jerarquías dentro de la comunidad y posiciones de poder subordinadas, además de la inestabilidad que conlleva el ser una sociedad nómada que debe cambiar su asentamiento en función del clima, de las migraciones animales, y un largo etcétera de factores condicionantes. El tema de la falta de asentamiento y las jerarquías sociales son fundamentales para entender la producción cultural y política, que se llevará a cabo por diferentes "clases" o grupos dentro de la comunidad y generará las primeras desigualdades. Hay que añadir a este análisis que aún existiendo estas diferencias, ambas formas de producción pueden combinarse y lo harán más tarde en sociedades sedentarias más avanzadas, y que la participación y la producción y reproducción cultural es el teoría abierta a la participación de todos. El factor que considero de vital importancia para entender las desigualdades y el aumento de clases o grupos en las primeras sociedades será la propiedad privada de la tierra y su uso: de uso común a otorgarle el valor de ser una posesión, de ser una propiedad de todos, unos cuantos o unos pocos. 

      Tanto la caza como la agricultura pueden ser formas de producción de una sociedad igualitaria y participativa, accesible a una cultura común. Pero cuando las primeras sociedades otorgan el valor a la tierra de ser una posesión, es cuando aparecen las diferencias entre unos y otros, y las diferencias llevarán a prácticas culturales y sociales diferentes, lo que propiciará la segregación en cuanto a cultura, acceso a la participación y a los bienes y medios de producción de estas sociedades. La propiedad de la tierra, el ser una posesión generará los primeros conflictos:
    
     1 Por un lado, "dentro" de la comunidad, es decir, la posible separación o distribución de la tierra y sus recursos dentro de una sociedad agraria generará disparidades y desigualdades: no todos poseerán el mismo terreno, con las mismas características, lo que genera diferentes producciones y su mercantilización en vez de puesta en común para el grupo generará estas diferencias y sus consecuencias culturales y participativas antes explicadas.

     2 Por otro lado, "fuera" de la comunidad. En el supuesto caso en que aparezca la propiedad de la tierra como algo común, de todos, no debería darse el supuesto conflicto explicado en el anterior punto. Pero, el establecer límites a un territorio generará conflictos entre diferentes comunidades y sociedades por la posesión de determinados territorios que deben ser delimitados. Aquí aparecen las fronteras territoriales y los primeros mapas cartográficos, además de los conflictos. En estas primeras sociedades no debería ser un problema el aspecto del territorio pues existían bastas y extensas áreas despobladas, pero siempre existirá la disputa por aquellos territorios más fértiles, con más animales y con mejor ubicación estratégica para mantenerlos. Además, hay que añadir el choque que se producirá por la posesión de un territorio entre sociedades nómadas y sedentarias.

     Por lo tanto, para concluir este tema, me gustaría señalar: primero, que la agricultura en un principio es una forma de producción que tiene incentivos a la hora de formar una sociedad más igualitaria y participativa, con mayor acceso a una cultura común construida por todos los miembros. Segundo, y a mi juicio más importante, es que descuidamos el uso y el significado que le damos a la tierra, al territorio, pues en función de como lo entienda la sociedad las prácticas productivas pueden construirse de formas totalmente diferentes. El entender la tierra como propiedad, es a mi juicio un elemento fundamental para el desarrollo desigual de las sociedades, la construcción de culturas y grupos jerarquizados en un sistema de poder que no da cabida a la construcción desde lo común de una realidad más igualitaria y participativa. No creo, resumiendo, que sea o agricultura o caza, no creo que la respuesta a la pregunta del inicio sea tan sencilla, creo que el "significado" y el "uso" que le demos a nuestras prácticas es lo que marca la diferencia entre unas sociedades y otras, más o menos igualitarias y participativas. 

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