sábado, 9 de noviembre de 2013

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Publicidad engañosa

Esta mañana, al ir hacia la facultad, escuchaba en la radio una publicidad cuyo insultante mensaje despertaba aún más mi deseo de apostar por una educación universal (y por supuesto pública). La entidad “Triodos Bank”, intentaba convencer a los oyentes, argumentando que se trataba de una inversión socialmente responsable que permite contribuir a la financiación de proyectos sostenibles. Con el disfraz de “Banco ético”, presentan sus productos como los más competitivos del mercado financiero.
“Amigos banqueros”… ¡Basta ya!
Recordemos que la ética como “conducta socialmente aceptada”, como “conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”, o bien como “parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”, difícilmente encaja con los objetivos reales de cualquier banco.
Me ha parecido interesante visitar su página web y no tiene desperdicio. Hipotecas, tarjetas, depósitos, productos, etc. Más de lo mismo. Puede que, como decían diversas personas en un foro al respecto, ofrezcan mejores condiciones que el resto de entidades, pero en ningún caso podemos denominar ético a un organismo que se lucra del esfuerzo de miles de ciudadanos para ganarse su sueldo. Un sueldo, que en muchos casos no llega ni para cubrir las necesidades básicas de las familias.
El hecho de que la banca privada haya sido una de las causantes de la crisis económica actual, parece que ha sido olvidado y aún se tiene la desfachatez de invitar a una ”inversión socialmente responsable”. Ojo al dato (como diría el famoso periodista José María García). El término social debería conllevar una cooperación mutua entre los implicados, no una explotación capitalista. Por otro lado, la concepción de responsabilidad que se pretende transmitir en el eslogan es bastante discutible.
Independientemente del destino de sus inversiones, resulta de mal gusto presentarse como medio o mecanismo que guíe la conducta humana. ¿Acaso estamos condenados a ser engañados y utilizados? ¿No aprendemos de los errores pasados? Espero que las negativas experiencias de muchas personas, nos ayuden a comprender y a subsanar nuestro exceso de confianza.
Hemos de formarnos, aprender y no conformarnos, para hacer frente una dinámica social que no descansa.

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