lunes, 4 de noviembre de 2013

Socialismo cubano

EL SOCIALISMO CUBANO SE TRANSFORMA

Escrito por elescapistakoudini 18-10-2013 en NoticiasComentarios (0)

Recogí esta noticia a través de un ejemplar de "Cubainformación"  del invierno 

Cuba profundiza cambios hacia un socialismo sustentable

Apertura al cooperativismo en los servicios y la producción no agrícola, para impulsar el sentido de pertenencia y mejorar la productividad; nueva ley tributaria, que recupere los impuestos como elemento económico en una sociedad de la que prácticamente habían desaparecido; reforma migratoria que -al margen de normalizar el fenómeno de la emigración- ayude a dar un nuevo valor económico a ésta; o mayores facilidades para la obtención gratuita de tierras de cultivo, para avanzar hacia la completa soberanía alimentaria en el país. Son algunos de los elementos nuevos que se añaden a las primeras reformas económicas introducidas por el Gobierno cubano tras el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el que se aprobó, previa consulta popular, el programa de Lineamientos de la Política Económica y Social, es decir, la hoja de ruta de las transformaciones para la actualización del modelo económico socialista de la Isla.

de 2013, que me regaló uno de mis amigos cubanos. Es conocido por todos que se acercan tiempos de cambio para Cuba, aunque hay quienes tienen más expectativas que otros de dichas transformaciones, estando próximo el fin del régimen de la familia Castro. Aquellos cubanos que se mantienen leales a su Comandante afirman que el socialismo en Cuba se mantendrá bajo los principios de la Revolución, mientras que otros viven con esperanza cada una de las renovaciones que el régimen experimenta. Esta noticia es el reflejo de un paso más hacia la apertura de la economía cubana, aunque sea un paso corto. 
Pese a no haber pisado nunca la isla del Caribe, siento una especie de nostalgia hacia algo que nunca conocí personalmente, pero que a través de lo leído, de lo visto en fotografías y documentales, de su música y sobre todo del brillo de los cubanos que he tenido el placer de conocer, he desarrollado un amor inmenso, casi irracional, hacia esa tierra con la que tanto me identifico. En cierto modo, yo que he nacido y crecido en Canarias, creo poseer una sensibilidad especial hacia el cubano, por su temperamento cálido, cariñoso y desenfadado. Siento que el archipiélago canario es la Cuba al otro lado del océano, o viceversa. 
Pero por otra parte, atribuyo la alegría y la sencillez de los cubanos, en parte, como resultado de un sistema social que ha permitido acallar las voces de la ambición, de la insaciable sed de poseer y de los delirios de grandeza que caracterizan a las mentes occidentalizadas. A todo aquel que conozco que ha tenido la oportunidad de viajar a Cuba, le pregunto: ¿Qué tal tu experiencia en Cuba?¿Qué te parecieron los cubanos? Y la respuesta que recibo es siempre: "Increíble, fantástico; esa gente pasa mucha necesidad pero son más felices que nosotros."
Con esto no quiero manifestar mi apoyo a la revolución cubana o a la figura de Fidel Castro; tan solo dejar caer que intuyo que en cierto modo, esta forma de ser del cubano y de su sentido del humor ha sido posible por una coyuntura social y económica que ha impedido brotar la fábrica de deseos y de necesidades innecesarias propia del mundo capitalista.
Esta noticia que les traigo me suscita la imagen de una Cuba que va lentamente abriéndose al mundo, y que de hecho necesita hacerlo. Pero por otro lado, temo por el futuro de la esencia del mundo cubano, de su cultura y sus costumbres, de su música tradicional y de la humildad de sus gentes. 

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