Constancia, continuidad, poco a poco, pero avanzando a cada vez o al menos, intentándolo. Esa es una de las características de un proceso de aprendizaje. Pocos saltos, y mucha continuidad.
El proceso de aprendizaje en el fondo es muy débil, precisamos reconducirlo una y otra vez, y cuesta reponer lo que se ha dejado de hacer. La continuidad es una cuestión básica metodológicamente. Las discontinuidades producen efectos más que proporcionales en la calidad de los procesos y en los resultados. Intentemos continuar, seguir, intentarlo de nuevo, no pararnos, no perdamos la inercia generada por las motivaciones mostradas y latentes. Seamos capaces de integrar aprendizaje con respuesta.
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