Observando y escuchando.
Qué hay: Espero que estos días de huelga estéis participando activamente en ellas, claro que esto en el caso de que compartáis la causa, sino es así pues que lo estéis pasando bien descansando o adelantando curro (que empieza a notarse ya).
Esta vez chicos os voy a hablar de lo que creo que he aprendido en este tiempo, ya que es una de las técnicas de este nuevo plan de estudio el "cooperar" con conocimientos para aprender.
Me encontraba en una reunión que tuve con el profesor Roberto Carballo por un grupo de trabajo que se ha constituido en una actividad fuera de aula. Roberto nos dijo que nos pusiéramos en el lado izquierdo de la clase, y ahí nos posicionó para crear un clímax digamos de "conjunto", como que nos sintiéramos todos parte de esa tarea que nos iba a encomendar. Dijo que al ser un grupo de 6 sería necesario tan sólo un observador, y yo me propuse voluntario (porque ya había estudiado en "Antropología social" el año anterior sobre el observador, e incluso hicimos un trabajo práctico de observación en espacios públicos). Al resto de compañeros les tocó hablar sobre qué les interesaba qué problemas digamos podía haber en la sociedad. Así, empezaron a expresarse de uno en uno (esto me llamó mucho la atención, pues al tratarse de algo con lo que poder sentirse identificado hizo que todos quisieran oírse entre ellos), cuando ya llevaba yo (como observador) anotadas 3 o cuatro ideas que se habían dicho di con una generalidad, fue entonces cuando me vino a la cabeza eso que aprendimos en "introducción a la sociología" de buscar en lo particular lo general. Compañeros hice uso de un método inductivo para abarcar mi papel de observador. De esta manera el profesor Roberto dio a mis compañeros la libertad de expresarse y ser escuchados y sino comprendidos del todo al menos sí sintiendo empatía. Y a mi la oportunidad de poner en práctica cuánto pudiera haber conocido sobre el papel del observador.
El otro acontecimiento que me ha transmitido un aprendizaje, o que me ha dado de qué pensar ha sido la visita el lunes a la mañana de un compañero para hablar de las huelgas programadas de hoy al jueves. Me ha llamado la atención el que siempre estuviera hablando en femenino para referirse a la clase en general.
Claro que he sabido desde el principio que lo hacía refiriéndose a toda la clase como un conjunto de personas, pero aún así me ha resultado llamativo el cómo algo que está socialmente aceptado puede seguir siendo motivo de choque socio-cultural. De como el que se esté refiriendo a mi en femenino me resulta extraño aunque tenga claro el por qué lo hace. Pues bien, de aquí me llevo el que romper con los formalismos y convencionalismos es un buen método para ser, por lo menos, escuchado.
Un saludo y hasta que nos olamos.
Aquí os dejo una canción que para relajarse en la camica está más que bien:
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