miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Inteligentes? ¿Sabios?

Somo Inteligentes, pero somos sabios?

Escrito por tropismos 

"In the development of both capitalism and communism, as we visualize them in the next fifty or a hundred years, the processes that encourage human alienation will continue. Both systems are developing into managerial societies, their inhabitants well fed, well clad, having their wishes satisfied, and not having wishes that cannot be satisfied. Men are increasingly automatons, who make machines which act like men and produce men who act like machines; there reason deteriorates while their intelligence rises, thus creating the dangerous situation of equipping man with the greatest material power without the wisdom to use it. "        Erich Fromm, "The Sane Society", p.360 

Para ponerlo en palabras de Hannah Arendt: cada vez el conocimiento "contemplativo" (filosófico) se aleja mas del conocimiento "científico" (vita activa): la acción, del pensamiento. Cada vez somos capaces de mayores logros tecnológicos y cada vez somos menos conscientes de lo que representan ni de meditar sobre ello, es el triunfo de la "vita laborans" en la que trabajamos como robots sin considerar lo que producimos ni sus consecuencias.
Los filósofos serán considerados socialmente fruto de una sub-carrera universitaria o unos porretas que viven del cuento pero la reflexión de Hannah Arendt me parece digna de considerar para retomarlos en estima: Nunca hubo mayor desarrollo técnico que cuando ciencia y filosofía iban de la mano. Véase Galileo, véase Descartes, véase Letamendi ("El médico que sólo medicina sabe, ni medicina sabe"), véase como toda disciplina bebe de las demás. Un ingeniero para medir la resistencia de un material apelara a las matemáticas, que apelaran a la lógica. Desde una geometría euclidiana, de un "mundo unido", de la antigüedad, a los conceptos abstractos de álgebra sin la cual Newton nunca hubiera formulado sus leyes universales fue necesario el "cogito" de Descartes creando la imagen de un dios malévolo y afirmando que la única certitud que tenemos es nuestro propio proceso cognitivo.
Tenemos que considerar la necesidad de volver a la contemplación o llegaremos probablemente a un punto de estancación técnica.

(Este texto es fruto de mis reflexiones tras leer textos distribuidos por el profeso César Díaz-Carrera en sus clases)

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