miércoles, 9 de octubre de 2013

La Educación Pública

La Educación Pública

A los tres años empezamos un largo camino que conocemos su principio pero no su finalización. Muchos creen que es un recorrido que nunca termina. Pasamos por diferentes etapas y en cada una de ellas nos vamos construyendo. Hay gente que va y que viene, algunos se cruzaran escasamente minutos, horas o días pero nos marcaran de por vida.
Actualmente escuchamos hablar a diario de la educación en telediarios, periódicos y diferentes escenarios. Es normal, se encuentra en un momento realmente complicado, no para de sufrir continuos golpes y sus cimientos empiezan a temblar. La Educación Pública peligra.
Desde que el Partido Popular gano las elecciones del 20 de noviembre de 2011 y llego al poder no ha parado de atentar contra ella. Recortes en partidas presupuestarias para educación, subida de tasas universitarias y despido de profesores. Esto son tres ejemplos de una lista interminable de recortes que están llevando a una precarización cada vez mayor de uno de los principales pilares de un sistema de bienestar. Muchos dirían que esto no es cierto y que el Gobierno tan solo está haciendo pequeños ajustes presupuestarios para intentar arreglar la situación de derroche que llevo el PSOE durante ocho años en el poder. A esta gente les invitaría a que se pasasen por una facultad de cualquier universidad de la Comunidad de Madrid y podrían ver como cada vez hay menos gente en las aulas, hay personas que han tenido que renunciar a su carrera al no tener dinero para hacer frente a las tasas absolutamente abusivas. ¿Por qué siguen y siguen subiendo cada año más el precio por crédito? ¿Qué buscan? ¿No se dan cuenta que hay gente que ya no puede estudiar? Creo que la respuesta es realmente sencilla, socializar perdidas y privatizar beneficios.
Cuando entre en 2009 en primero de Ciencias Políticas pague por diez asignaturas menos de 750€, en 2013 he tenido que pagar por las seis asignaturas y el Trabajo Final de Grado 1.921€. Cierto es que cuatro de ellas son de segunda matricula, una de tercera y otra de primera y el TFG igual. ¿Es justo? Personalmente lo veo atentar contra el derecho de la enseñanza. Muchos utilizaran el argumento “haber estudiado más y no tendrías que pagar segundas matriculas”. Creo que la gente que recurre a estas palabras no es consciente de que cada persona tiene unas circunstancias totalmente diferentes, mucho trabajan y les cuesta compatibilizarlo con el estudio. Se de lo que hablo a la perfección, gente muy próxima a mí se encuentra en esta situación. A toda esta gente que utiliza la argumentación anterior les diría que si queremos hablamos de las personas que entran por primera vez a la universidad cuando tienen que pagar casi 1.500€ por diez asignaturas de un primer curso de una carrera universitaria. Yo pague menos de 750€ y ellos tienen que pagar el doble.
Es duro ver como cada año la enseñanza se encuentra en una situación peor pero más me duele ver el inmovilismo que hay entre el estudiantado. Es la hora de movernos, reivindicar una educación pública y de calidad, pero no, preferimos quedarnos quietos.
Para ir terminando quiero dar un giro y hablar de algo positivo que he encontrado en mis cuatro años de carrera, una profesora. Alguien que me ha devuelto la ilusión cuando me encontraba en muy baja forma, un estado absoluto de apatía y desmotivación. Una persona que siempre ha tenido una sonrisa y buenas palabras hacia mí. Una docente que realmente ama su trabajo. Desde aquí quiero darle las gracias de nuevo por su implicación y todo el interés que me ha demostrado. Se que ha sido un viraje de 180º del tema que estaba tratando pero quería hacer referencia a todos aquellos docentes que se implican y defienden a sus alumnos con uñas y dientes.
 Alejandro Martínez Vélez

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