miércoles, 4 de diciembre de 2013

"Memorias de una geisha"

Libro que en mi vida marcó un antes y un después.

MEMORIAS DE UNA GEISHA
Este libro, el cual tambiés posee una película, está escrito por Arthur Golden. Este libro, trata la realidad de las niñas en el Japón de antes de la Segunda Guerra Mundial, aquellas niñas que sus padres tenían que vender para sobrevivir, y si las niñas tenían suerte acababan en una casa donde les enseñaban a ser geishas, y así poder devolver el dinero a la casa a la que, desde que sus padres les vendieron, pertenecen.
Este libro narra la historia de una niña que, junto con su hermana, fueron vendidas a dos “okiyas” (es un albergue que da alojamiento a una maiko o geisha, mientras dura su contrato).
Estas niñas, en la okiya, son sólo unas criadas, a las que tratan como a perros, ya que únicamente incurren en gastos, y no aportan ningun beneficio.
Cuando Chiio (protagonista), llega a la okiya, se encuentra a una geisha llamada Hatsumomo, la cual le hace la vida imposible, y una maiko (como ella), a la que llaman Calabaza. Chiio, comenzó la escuela de geishas con Calabaza, en donde se aprendía a ser una geisha a base de aprender a bailar, a tocar un instrumento y a manejar el abanico.
Chiio, un par de noches después de llegar a la okiya, se intentó escapar con su hermana, que estaba en otra okiya muy lejana a la suya, al final no pudo escaparse y se tuvo que quedar en la okiya, y además tuvo que dejar de ir a la escuela de geishas, ya que al intentar escaparse se cayó, y hubo que pagar a un doctor, por lo que la jefa de la okiya, decidió dejar de pagar su escuela y así pagar al doctor.
A partir de entonces a la escuela sólo fue Calabaza, mientras Chiio era una simple sirvienta.
Calabaza, se convirtió en la protegida de Hatsumomo.
Uno de los días en los que Calabaza se fue a la escuela, se olvidó su instruemento, así que Chiyo, tuvo que ir corriendo a la escuela a dárselo. A la vuelta a la okiya, Chiyo, se encontró con el Presidente de una de las eléctricas más importantes del país junto con dos geishas. El presidente se quedó marivillado con los ojos de Chiyo. Desde ese momento, el objetivo de Chiyo, fue llegar al presidente costara lo que costara.
A los días, apareció en la okiya de Chiyo y Calabaza, la geisha más importante del país, Mameha, ofreciendo a la dueña de la okiya una oferta por Chiyo, es decir, que ella pagaba sus gastos escolares hasta que se convirtiera en geisha, y en el momento en que hiciera su debut, conseguiría duplicar el dinero que pagaron por ella en un principio cuando se la compraron a sus padres.
Pasado un tiempo, tras la conversión de Chiyo en Sayuri, ya que cuando se convierten en protegidas de una geisha se cambian de nombre, y tras su debut Sayuri, tenía que empezar la puja por sumizzuague , todo hay que decir, que el camino hasta llegar aquí fue arduo y tortuoso, sobre todo gracias a Hatsumomo, al final el que ganó la puja fue uno de los amigos del presidente al que tanto adoraba Sayuri, Nobu.
Al final Sayuri, consiguió superar la oferta que le había hecho Mameha a la dueña de la la okiya a la que pertenecía Sayuri, por lo que Sayuri se libró de su deuda para siempre para con la okiya, y pasó a ser la heredera de la okiya, estó molestó en gran medida a Hatsumomo, y también a Calabaza a la que en un principio se le había prometido la herencia de esta okiya.
Sayuri era una de las geishas más importantes del país, era conocida por todo el distrito del Hanamachi, esto enfurecía mucho a Hatsumomo, hasta que al final, una noche, tras una pelea con Sayuri, acabó prendiendo fuego a la okiya, y después le echaron de la misma.
Con la llegada de la segunda guerra mundial, las geishas desaparecieron, y Sayuri, gracias a la ayuda del presidente, acabó en el campo alejada de los bombardeos y Mameha se fue también de la ciudad.
Tras varios años, un día de repente, se presentó el presidente, en donde estaba Sayuri resguardada, y le dijo que necesitaba sus servicios como geisha, ella aceptó y llamó a Mameha, a los días, se subió con Mameha y el presidente (junto con varias geishas más), junto con varios oficiales del ejército americano.
Llegaron a su destino y pasaron alli unos días, en donde hubo varias confusiones de qué eran las geishas, ya que los americanos entendían que una geisha, era algo similar a una prostituta.
En este lugar, se encontró con Calabaza, la cual le jugó una trampa con el presidente y un soldado americano.
El final de la historia, no os la puedo contar, ya que sino os estropearía el final de este gran libro. Este ibro, es un reflejo de la horrible realidad que existía en aquel entonces, sobre las condiciones en las que vivían las niñas y mujeres en el Japón del siglo XX.

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