viernes, 15 de noviembre de 2013

Ciencia y ser humano

Meditación Improvisada


¿Qué valor ocupa la ciencia en nuestra vida? Lo cierto es que lo invade todo. La Ciencia es la nueva Religión. La ciencia describe a la vez que explica, pero la ciencia no es un fin sino un medio, una herramienta para llegar al conocimiento deseado. EL GRAN PROBLEMA en la actualidad es entender la ciencia como el fin y no como el medio para llegar a éste. Bien dice J. Schumpeter que la ciencia es un esfuerzo autoconsciente y de contínuo perfeccionamiento. Esto es cierto y positivo, pero la ciencia nos ha desarrollado como seres tecnológicos inmersos en utensilios que no sabemos a dónde apuntar.

El crecimiento de nuestra mente científica debe ir a la par que un desarrollo de nuestra intuición, de nuestra mística, de nuestros procesos emocionales y de nuestra actitud creativa frente a los procesos vitales. Al fin y al cabo, la ciencia es una herramienta creada por el "Hombre" para satisfacer su necesidad y afán de conocimiento, prácticamente inherente a su capacidad de razonamiento. Pero en cuánto producto del ser humano, la ciencia no puede explicarse bajo sus propios axiomas y si sus teorías se muestra consistentes, tal consistencia no puede demostrarse dentro de los límites de sus propios axiomas. Esto nos lo enseñó el matemático Kurt Gödel que demostró matemáticamente que las matemáticas (o cualquier otro campo de conocimiento) no pueden demostrarse desde sus mismas premisas.


El Roto, 13 de Noviembre (2013)
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Para conocer el mundo, hemos de trascenderlo. La ciencia en cuánto a herramienta, pero también en cuánto a fórmula y metodología de pensamiento positivista nos limita por nuestro mismo objeto de estudio. Hemos de conectar la ciencia con el fin, o los fines. Hemos de encuadrar la ciencia con la experiencia de la vida, del día a día, pero, sobre todo, con la filosofía y con la ética. Nuestra gran asignatura pendiente.

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