miércoles, 20 de noviembre de 2013

Diversión y lectura

Alabanza a la lectura como diversión

Madrid, Juan - Adiós, princesa
Mientras preparaba unas notas y un pequeño guion para presentar el libro que había seleccionado como uno de los grandes libros que me habían marcado, “El coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García Márquez, volví a darle vueltas a una cuestión que tenía en mi cabeza sobre esta actividad que habíamos planteado en clase. Tengo la sospecha que la mayoría de libros que se presentarán hoy serán grades obras de la historia, preciosos libros exóticos que nos acercan a otras realidades y otras culturas o textos que te hacen replantear hasta nuestra misma existencia y están repletos de grandes planteamientos filosóficos y metafísicos. Ante esto me surge la incertidumbre de si podremos dar en esta actividad entre todas el valor que tienen los libros y de representar todas esas funciones que cumplen. Creo que en este sentido hay tres cosas que son fundamentales en los libros: aprender o descubrir, disfrutar y divertirnos, aparte de otras muchas. Es la última cuestión la que más me preocupa ya que me da la sensación que podemos dejar de lado un tipo de obra que al menos a mí me hacen divertirme como nada. Cuando estoy cansado y hastiado de leer complejos textos sobre economía, leyes que recuerdan a los hermanos Marx (http://www.youtube.com/watch?v=AaO1FzE6J9I) o textos filosóficos del siglo XVII sobre la naturaleza del ser humano, no hay nada que me haga más disfrutar que una novela simple y que a priori pueda parecer superficial. En mi caso, mis favoritas y casi el único tipo de novelas que leo últimamente es la novela negra.
Por todo lo anterior la novela que traigo es “Adiós, Princesa” de Juan Madrid. Esta es una fantástica novela del 2008 en la que vuelve el fantástico Toni Romano, uno de los grandes antihéroes de la novela negra española. Para mi es especial este libro porque, por un lado consiguió que recupera el interés por este tipo de lectura, después de un largo periodo pensando que solo tenía interés leer esos libros sesudos que mencionaba antes, y porque me descubrió el mundo de la novela negra que se ha convertido en una de mis aficiones.
Este libro que en principio puede parecer simplón, trata de que una periodista con muy buenas relaciones con las altas esferas de España aparece muerta de buenas a primeras y Toni Romano se dedica a investigar el caso. Una cosa que me encantó del libro y del autor en general, es que hace un recorrido por el Madrid del momento y en sus libros puedes ver la evolución del paisaje urbano desde los 80 a nuestros días, incluyendo no solo los edificios y planteamiento urbanístico, sino la fauna y flora que habita en esta ciudad. Otra de las cuestiones que trata, sin entrar en mucho detalle, es el tema de la “seguridad” (policía, militares, seguridad privada, etc.) y la evolución de esta durante los años, dando una visión más que interesante, así como del espionaje y la inteligencia, cuestiones que ahora están tan de moda. Pero si algo me gusta de la novela negra en general, y por supuesto en este libro donde está tan marcado, es esa cuestión de no dejar claro en ningún momento lo que está bien y lo que está mal y diluir esos rasgos de los buenos y de los malos que habitualmente están tan claros. Por supuesto, ni que decir tiene que quien es “bueno” y quien es “malo” siempre está implícito en el texto a pesar de dejarlo claro en principio.
Por lo tanto lo que quería hacer con esto, no era más que hacer una llamada a que nos acordemos de estos libros que nos hacen pasar tan buenos ratos, y no solo prestemos atención a esas grandes obras, con los que por cierto también he disfrutado mucho.
Otra cosa que quería plantear es que un libro es muy poco, es muy difícil de seleccionar “LA OBRA”, así que prometo subir algún comentario a este blog de algunos libros que no me gustaría dejar de lado ya que me encantan, como el mencionado de Gabriel García Márquez o “Escupiré sobre vuestra tumba” de Boris Vian que también me apasiona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario