¿Por qué el tan difícil cambiar?
El miercoles pasado hemos hablado sobre la dificultad de aceptar los cambios y sobre todo de asimilarles.
Día tras día decimos a nosotros que desde mañana algo va a cambiar, que nos sentiremos bien si lo hacemos. Sin embargo cuando llega el momento de pasar a la acción, volvemos a posponerlo para el día siguiente o volvemos a los hábitos de siempre.
¿Por qué pasa esto? ¿ Por qué es tan difícil cambiar?
Hay seguramente algunas razones que nos impiden conseguir cambios positivos y duraderos en nuestra vida y esas varian según la persona, son sujetivas.
A veces la motivación del cambio es externa o superficial y nosotros no creemos bastante en esa para mantenernos motivados en el proceso hasta conseguir el cambio. El por qué deseamos crear un cambio en nuestras vidas es fundamental para la realización de este y tiene que estar de acuerdo con nuestros valores y con quien somos nosotros.
Después es posible que en el fondo creemos que no lo vamos a conseguir porque no tenemos fuerza de voluntad o porque pensamos no estar a la altura del desafío. Estos pensamientos despiertan el miedo de fallar y además influyen en nuestras acciones provocando aquello mismo que estamos intentando evitar.
La fuerza de estas creencias consiste en considerar que el fallar, o el no conseguirlo a la primera, es algo desastroso que hay que evitar a cualquier precio. Entonces hace falta redefinir el significado que damos a la palabra fallar.
Cuando ponemos nuestra atención en lo difícil que es el cambiar, el esfuerzo que tenemos que hacer y gastamos toda nuestra energía en estos pensamientos el cambio que tanto deseábamos pierde su encanto. En los momentos en que el cambio pierde su sentido debemos aprender a motivarnos a nosotros mismos.
Este Erasmus es un momento de cambio muy fuerte y profundo de mi vida y mis hábitos y no sé como vivirlo lo mejor posible porque me identifico en parte de las cosas que he dicho antes. Espero que esta experiencia me pueda ayudar para "abrirme" al Nuevo, al Desconocido sin tener miedo.
Mary Engelbreit dijo: “Si no te gusta algo, cámbialo, si no puedes cambiarlo, cambia la forma en la que piensas sobre ello”.
Día tras día decimos a nosotros que desde mañana algo va a cambiar, que nos sentiremos bien si lo hacemos. Sin embargo cuando llega el momento de pasar a la acción, volvemos a posponerlo para el día siguiente o volvemos a los hábitos de siempre.
¿Por qué pasa esto? ¿ Por qué es tan difícil cambiar?
Hay seguramente algunas razones que nos impiden conseguir cambios positivos y duraderos en nuestra vida y esas varian según la persona, son sujetivas.
A veces la motivación del cambio es externa o superficial y nosotros no creemos bastante en esa para mantenernos motivados en el proceso hasta conseguir el cambio. El por qué deseamos crear un cambio en nuestras vidas es fundamental para la realización de este y tiene que estar de acuerdo con nuestros valores y con quien somos nosotros.
Después es posible que en el fondo creemos que no lo vamos a conseguir porque no tenemos fuerza de voluntad o porque pensamos no estar a la altura del desafío. Estos pensamientos despiertan el miedo de fallar y además influyen en nuestras acciones provocando aquello mismo que estamos intentando evitar.
La fuerza de estas creencias consiste en considerar que el fallar, o el no conseguirlo a la primera, es algo desastroso que hay que evitar a cualquier precio. Entonces hace falta redefinir el significado que damos a la palabra fallar.
Cuando ponemos nuestra atención en lo difícil que es el cambiar, el esfuerzo que tenemos que hacer y gastamos toda nuestra energía en estos pensamientos el cambio que tanto deseábamos pierde su encanto. En los momentos en que el cambio pierde su sentido debemos aprender a motivarnos a nosotros mismos.
Este Erasmus es un momento de cambio muy fuerte y profundo de mi vida y mis hábitos y no sé como vivirlo lo mejor posible porque me identifico en parte de las cosas que he dicho antes. Espero que esta experiencia me pueda ayudar para "abrirme" al Nuevo, al Desconocido sin tener miedo.
Mary Engelbreit dijo: “Si no te gusta algo, cámbialo, si no puedes cambiarlo, cambia la forma en la que piensas sobre ello”.
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