miércoles, 16 de octubre de 2013

Sobre el amor romántico hoy

Sobre “El Amor Romántico como utopía emocional de la posmodernidad”.


En este artículo, Coral Herrera Gómez, nos habla del papel que juega el amor en nuestros tiempos contemporáneos o “posmodernos”.  En dicho artículo se analiza las diferentes dimensiones que ocupa el amor en nuestra vida actual, dentro de un sistema basado en lo efímero, lo superficial pero sobre todo lo pasajero.

Nuestra sociedad consumista, capitalista, individualista y todos esos etc.’s que componen lo actual, indefinido, ¿lo pos-pos-moderno? Han hecho que nuestras relaciones hayan sucumbido al ámbito de lo mercantil, del producto. Al igual que las canciones ya no se escuchan sino que se consumen, lo mismo parece suceder con nuestra pareja. Ésta parece, en muchos casos, ser consumida, generalmente en un breve espacio de tiempo. Parejas de usar y tirar. Amor de obsolescencia programada.

Esto es el amor líquido, en términos de Zygmunt Bauman, en su estado más puro. Sin embargo, tal situación emocional abre las heridas, como apunta la bloguera, de la naturaleza contradictoria del ser humano: querer estabilidad emocional, a la vez que independencia, libertad y nunca perder la posibilidad de elegir. Vuelvo a Bauman, la dictadura de las posibilidades.

Este individualismo imperante nos ha vuelto, especulo, más narcisistas. Un narcisismo socialmente desafiante pues puede llevarnos a buscarnos a nosotras mismas en la mirada de nuestros amigos, nuestra pareja, sin ver a la persona que de verdad tenemos en frente, una persona que como nosotras no es la proyección de su “yo” perfecta, sino simplemente su “yo”. Tampoco es una proyección de lo que nosotros y nosotras desearíamos que fuera o que fuéramos, de ahí que, como apunta la articulista, haya tantas expectativas en juego, que el desencanto está asegurado.

Lo que se denomina amor romántico no es en realidad tan romántico, a mi parecer, y los que lo practican hoy en día tienen el mérito de ser atemporales, pasados de moda y, sobre todo, están fuera de lugar. El amor romántico implica el compromiso y éste es un valor en peligro de extinción ahora. El compromiso a su vez implica salvaguardar un espacio en tu pecho, abrir la mente y abrir los ojos, pero sobre todo, abrir la boca.

Sí, lo que nos enseña la sociedad actual es que si algo no funciona debemos tirarlo y comprar otro. De cara a las relaciones esto se traduce en quitarnos de en medio a la pareja de turno y reemplazarla por otra cuando nuestras necesidades físicas estén satisfechas o cuando nuestro estado emocional esté herido con los primeros vientos de complejidad que aparezcan.

Lo que se ha perdido es el diálogo, el poder hablar de nuestras emociones abierta y atentamente, sobre todo hablando de tal forma que se escuche más de lo que se pronuncie. A no huir de nuestros agobios, a buscar las soluciones conjuntas con las personas que nos rodean, a las que queremos amar y que nos amen. A las que nos llenan de capital social. Esto va dedicado a las personas que se comprometen, por encima de todo, consigo mismas frente a las demás.

Atentos al artículo que inspira este texto:

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